EL PODER DEL AQUÍ Y EL AHORA
Publicado el: 27/06/2017
MJo Sesma

EL PODER DEL AQUÍ Y EL AHORA

El tesoro más grande que tenemos a duras penas lo vemos:  El Aquí y el Ahora.

El sábado pasado, como tantas otras veces desde que tengo conocimiento, emprendí viaje hacia Jaca, aunque esta vez, sin saber que ésta jornada iba a derivar mis pensamientos, mis sentimientos, mis contemplaciones, hacia personas que ni siquiera antes había conocido y que a una en particular, jamás llegaré a conocer cara a cara.

Preparé mis cosas y las de Mr. Max, el compañero peludo que lleva acompañándome día y noche durante los últimos catorce años y medio. Cargué el coche con la inmensa ayuda de Javier, mi otro mejor amigo y despidiéndonos entre risas, besos, abrazos y buenos deseos, emprendí la marcha.

Siempre me fascina entrar en Aragón, mi tierra chica, aquella que me vio nacer. Conducía, respiraba profundamente los bellísimos paisajes del pre-Pirineo aragonés, allí donde se dan la mano las Sierras de Leyre (Navarra) y Orba (Aragón) , aquellos páramos que llenan mi corazón y mi Alma nada más pasar la población de Yesa. Historias de niñez, adolescencia y madurez que llenan mi #Vida. A velocidad crucero comencé a dibujar las sinuosas curvas del maravilloso pantano de aguas azul intenso, pasando ampliamente de los supermanes siempre estresados de bólidos olor a nuevo que te achuchan el trasero para llegar rápido a no se sabe dónde… perdiéndose, entre tanto, toda la belleza del Gran Camino.

Pasado Berdún, seguí dibujando curvas, como la mano del amante acaricia las de su amada, sin más prisa que la del bello instante repleto de pasión. Los flashes de varios coches en dirección opuesta llamaron mi atención, me avisaban de que algo sucedía en las proximidades. Me dispuse a tomar esa tremenda curva que tantas veces antes me había hecho pensar… y allí estaban: un civil con stop en mano y cara desencajada, un Guardia Civil de igual semblante, articulando un triste y claro: «despacio…»  y allí yacía inerte debajo de su manta dorada, el cuerpo de un motorista que nunca ya volvería a dibujar curva sinuosa alguna, ni con esa moto ya destrozada en la que seguro tantas veces montó, ni con esas manos ahora ocultas con las que, seguro, tantas veces amó.

Como un susurro estremecedor comencé a escuchar interiormente el llanto desesperado de una mujer. Pero no había nadie, solos Mr. Max y yo…

Llamó mi atención que aquellos bólidos con tanta prisa quedaron detrás en la distancia…

¿Qué nos sucede?

¿Es que sólo ponemos consciencia de la fragilidad de la #Vida cuando vemos que la #Vida se nos va?

Desde muy pequeña he tenido muy presente que hay un Alfa y un Omega en todo esto, que somos meros turistas del Camino. ¿Por qué? Nunca hasta ese instante había reparado en ello, pero el sábado 24 de junio volvieron a mi memoria recuerdos de mi niñez, mis padres, siempre parando el coche con premura, tomando ese botiquín lleno de jeringas, catéteres, vendas etc. corriendo a socorrer profesional y humanamente a los heridos de accidentes en rutas que, para desgracia de algunos, habían llegado a su fin.

Cuando llegué a Jaca, les conté lo que acababa de presenciar… tuvimos a ese motorista, todavía entonces no-identificado, en nuestros corazones todo el fin de semana, lo nombramos varias veces y, antes de retornar a casa el domingo mi madre me dijo: «Han publicado el accidente que viste en el Heraldo de Aragón.» No quise partir sin reencontrarme con él. Era Luis Etxeberría, pamplonés vecino de Estella, bombero, padre de ya para entonces dos huérfanos y el amado de una aragonesa jacetana, Pilar, a la que iba a visitar y nunca ya lo hará. Entonces, fue cuando supe que el llanto turbador que mi Alma escuchó a pocos metros del Omega de Luis, era el de ella…

¿Cuántas vidas pudiste salvar en la tuya, Luis?… Una pena que no pudieras salvar la tuya propia.

Somos turistas en ésta corta excursión, pero no nos enteramos del NODO la mitad, no le damos valor a lo que más lo tiene:

El Aquí y el Ahora.  Lo único que tenemos. 

Pregúntate:

  • ¿Cómo me despedí hoy de los míos antes de salir para el trabajo?

  • ¿Admiré hoy toda la belleza de la que me rodeo o tan solo pasé de largo como una estrella fugaz sin enterarte de nada?

  • ¿He mostrado hoy mi mejor versión o tan sólo he sido común y corriente?

  • ¿Si hoy me voy para no volver, cuál será mi herencia de #Vida?

  • ¿He dirigido mi propia película o tan sólo he sido un extra de la misma a merced de los caprichos del prójimo?

Pregúntate. Sí. Pregúntate todo esto, porque la realidad es que tú estás aquí para hacer muchas cosas muy Grandes, no para vivir una #Vida sin significado alguno. 

#VIVE, AQUÍ Y AHORA, porque lo demás no existe.

EL PODER DEL AQUÍ Y EL AHORA

Mr. Max y yo disfrutamos muy despiertos y a velocidad de crucero. (Sta. Mª de Iguacel y Candanchú.