Sé tú misma.
Naciste Libre y Perfecta, pero por el Camino se te olvidó…
El día que nacemos, todos a nuestro alrededor parecen encantados con ese nuevo Ser que no deja de llorar, quejarse y, otros asuntos escatológicos en
los que no voy a entrar; y aunque todos venimos a este Mundo siendo ángeles de alas invisibles, a todos nos llega el «cállate cuando los mayores hablan«, «no molestes«, «se hace así o asá» y una eterna lista de instrucciones que terminan por hacernos dudar si verdaderamente hemos venido sirviendo para algo en particular; si encima te diferencias del grupo por algo en especial, apaga y vámonos.
Pronto, entramos en contacto con nuestro ego y una guerra hormonal nos invade, haciéndonos reaccionar en contra de todo lo anterior y, aquellos a los que el factor tiempo les ha hecho encontrarse perteneciendo a la generación de padres, encuentran consuelo en otras «víctimas de tamaña barbarie», expresando que tienen un adolescente en casa y el hogar se ha vuelto «un campo de batalla». Es significantemente agotador que no recuerden la suya. ¿Será esa amnesia que nos invade más tarde en la #Vida? No sé, quizás.
Es, en ese preciso instante, la adolescencia, cuando más nos debemos aferrar a nuestras propias diferencias, porque hay tantas como seres humanos en el Planeta. Aquello que nos hace diferentes, únicos e irrepetibles, es aquello por lo que estamos Vivos y si lo sabemos utilizar bien, nos hará alcanzar el Éxito. Todos tenemos un propósito de Vida. Algunos alumnos aventajados lo llevan a cabo tan rápidamente, que nos dejan pronto. Otros, tenemos la suerte de «no enterarnos de la misa la mitad» y permanecemos en este Mundo muchas décadas más, hasta que lo descubrimos y por suerte lo ponemos en marcha.
Una de las cosas por las que yo me felicito a mí misma (todos debiéramos) es por haber seguido siendo eso: #YoMisma, marca registrada, cayese lo que me cayese. No habría podido, ni sabido, ser otra persona… bastante tengo con lo que me ocupa. Aquellos que hayáis leído mi ebook «Si yo puedo, tú puedes.» (te llegará gratis suscribiéndote a mi web), sabréis que llevo más de medio siglo, siendo un #AlmaLibre con todas las consecuencias, aunque tampoco me resultó difícil, porque entre otras cuatro o cinco mujeres de mi familia, a mí también me postraron ante el Altar para redimir el pecado original, vestida con una de las perneras del maravilloso calzón de encaje de bolillos de una cupletista, reconvertido en faldón bautismal. Y eso no es moco de pavo. Nacemos con una impronta genética importante y yo nací siendo descendiente directa (la prima hermana de mi bisabuela) de la gran Rosita Fortuny, una mujer que se puso el mundo por montera a finales del XIX y, a pesar de ser sobrina de juez, allá que se fue a animar el Mundo allende los mares, muchas veces a la vera de Raquel Meller y otras valientes coristas, sin ningún complejo y, yo la aplaudo por ello.
«Aquello que me hace diferente es aquello que me ha hecho sobresalir y tener éxito.»Mariana Atencio
En este extraño mundo de los humanos, #SerUnoMismo conlleva #Coraje. No es fácil. Especialmente si te dejas llevar por el Statu Quo, los Poderes Fácticos o las Redes Sociales… y #SerUnoMismo, trata de utilizar todas las letras del alfabeto, todas las palabras del diccionario (NO incl.), todos los colores del arco iris, todos los tonos de la voz y todos los sentidos y aún, los sin-sentidos y a ser posible desde el #Amor. Conlleva hacerse #Vulnerable y por ende, organizarla gorda si los demás no aprueban tu destreza personal y emocional.
Gracias a Dios, en el Mundo hay muchos #Valientes como Rosa Parkers, Martin Luther King Jr., Ellen DeGeneres, Susi Sánchez, Marta Férnandez, Iñaki Oyarzábal, mis paisanas Casta Álvarez y Agustina de Aragón, Juana de Arco, Lady Godiva, Maya Angelou, Oprah Winfrey, Gandhi, XIV Dalai Lama, Richard Branson, Chris Gardner, Steve Jobs y un laargo etc. que nos demuestran que #SerUnoMismo es lo mejor que se puede hacer para alcanzar todo aquello que te propongas, después de todo, todos los demás puestos están ocupados.
